sábado, noviembre 12, 2005

"te escucho"

Pues bien, no es que la vida sea aburrida, es que los días son aburridos si se deja caer en la rutina de las cosas y la monotonía de las horas. Pero comencemos explicando el experimento que esta vez se me ocurrió hacer…

Como es sabido, las personas en general necesitan de alguien que las escuche, alguien que este dispuesto a entenderlos, a comprenderlos, a soportarlos si así prefieren, nuestros pensamientos son de carácter egocéntrico el 90% del tiempo, en las discusiones siempre esta el “yo” ante cualquier cosa, por eso decidí experimentar con algo que había escuchado que se hizo en otra parte del mundo.

En Japon, para ser precisos en Tokio un estudiante de psicología se le ocurrió la idea de establecer en una esquina de la ciudad un “puesto” de “te escucho” algo así como un mini consultorio totalmente gratis donde cualquier transeúnte podía contarle sus preocupaciones, al parecer tuvo éxito por que la gente comenzaba a sentarse a compartir algún problema y él trataba de aconsejarlos lo más que podía.

Pues bien, decidí copiar la idea, (no es que yo estudie psicología, pero como sabrán todos tenemos algo de psicólogos, psiquiatras, filósofos y hasta casamenteros) pero deben saber que Iquitos es una ciudad pequeña, donde si te quedas en un solo lugar por 1 o 2 horas te puedes topar con algún conocido, teniendo eso en cuenta, la gente tendría cierta vergüenza de sentarse a hablar conmigo, debía elegir un lugar y una hora adecuada donde los factores estuvieran a favor… esta la plaza de armas, un lugar publico y transitado, y esta las horas de la noche donde el numero de personas disminuye en días de semana, así que hice el primer proyecto beta de “te escucho” en Iquitos.

Escogí una banca de la plaza y a partir de las 11 de la noche me senté con un pequeño cartel de “te escucho” los resultados fueron los siguientes:

- el lustrabotas: se me acerco y me ofreció darle lustre a mis zapatos, para su mala suerte no usaba zapatos en esa ocasión si no mis viejas y gastadas sandalias, me pregunto que significa el cartel, y le comente brevemente que si él tenia algún problema podía contármelo, el me miro como quien trata de entender por que un loro trata de montarle a un perro, y luego se fue no sin antes de preguntarme: “¿que te has fumado?”

- la pareja: estaban pasando agarrados de la mano, cuando vieron el letrero ella se acerco a mi para preguntarme que quería decir, y le explique lo mismo, ambos me miraron como quien trata de entender por que el loro no usa una escalera, luego se fueron no sin antes preguntarme: “¿comiste hoy?”

- la prostituta: se me acerco para ofrecerme sus servicios, cosa que razonablemente rechace por que estaba ocupado (y no tenia dinero ¬ ¬) luego naturalmente me pregunto que quería decir el letrero y le explique lo mismo, ella se rió un poco luego pregunto si era en serio, lo cual explique que si, ella me dijo que si no tenia un cliente en los próximos 20 minutos, hablaba conmigo, pero para su suerte apareció un viejo con cara de ingeniero y se la llevo en una moto, él quería complacer sus instintos, yo poder contar que alguien hablo conmigo y ella obtuvo su cliente…

- el borracho: en resumen: se acerco, pregunto que quería decir el letrero y antes de que pudiera decirle algo se fue a perseguir putas…

- la femina: se acerco, y me pregunto lo mismo, a lo cual respondí lo mismo, ella me miro como quien trata de entender por que el loro insiste con el perro, pero se sentó, (por fin logre que alguien se sentara) quería que le explicara mejor el asunto, lo cual hice, ella sonrió brevemente y se animo a contarme algo muy breve que le había ocurrido, (como entenderán no diré ni haré alusión a lo que me dijo por que no seria correcto), unos 20 minutos después se fue y el proyecto “te escucho” había rendido frutos.

Pues bien no crean que eso es todo, recibí miradas burlonas, cuchicheos y demás, pero ya sabía de antemano que eso sucedería. “Te escucho” volverá a salir otra noche, esperando tener mejor suerte y aunque no lo crean poder ayudar a alguien o al menos que pueda desahogarse.

Ala eso es todo por hoy, y recuerda, que esperas para establecer “te escucho” en tu ciudad.